• El coruñés Jacobo Pérez Criado (2007) se hizo con el primer premio de la modalidad juvenil. La luguesa Mencía Ferreira García (2007) y Carla Coucheiro Rodríguez (2009), valenciana y vecina de Santiago de Compostela, fueron reconocidas con el segundo y el tercero respectivamente
• En la categoría infantil el primer premio es para Martina Boo Álvarez (Cambre, 2012); el segundo, para Mariña Abollo Aneiros (Santiago de Compostela, 2012); y el tercero, para Xoel Villar Castro (2014), de Castrelo de Miño
• El jurado eligió además como finalistas relatos de Paula García Villar (Lestedo, 2008), del vecino de Tomiño Brais González Vázquez (2007), del compostelano Pedro Novais Méndez (2012) y otro cuento de Mariña Abollo Aneiros
A Coruña, martes 18 de junio de 2024.-La muerte, la violencia de género, la ternura, la autopercepción o la guerra de Gaza son algunos de los temas abordados en los relatos ganadores y finalistas en la categoría juvenil e infantil del VII Concurso de microrrelatos de la Real Academia Gallega y PuntoGal. Jacobo Pérez Criado (2007), alumno del Colegio Internacional Eirís de A Coruña, mereció el primer premio en la modalidad de 12 a 17 años; Mencía Ferreira García (2007), estudiante del IES Nuestra Señora de los Ojos Grandes de Lugo, alcanzó el segundo; y la valenciana Carla Coucheiro Rodríguez (2009), del Colegio La Salle de Santiago de Compostela, se hizo con el tercero. En la categoría infantil Martina Boo Álvarez (2012), del CEIP Gonzalo Torrente Ballester de Cambre, fue distinguida con el primero premio; Mariña Abollo Aneiros (2012), del CEIP López Ferreiro de Santiago de Compostela, con el segundo; y Xoel Villar Castro (2014), de CEIP Castrelo de Miño, con el tercero.
Mariña Abollo Aneiros resultó además ser la autora de uno de los relatos infantiles finalistas a la vez que el presentado por Pedro Novais Méndez (2012), estudiante del CPR Vilas Alborada de Santiago de Compostela. En la modalidad juvenil, el jurado eligió como finalistas una aportación de Paula García Villar (2008), vecina de Lestedo y alumna del CPI de Vedra; y otra de Brais González Vázquez (2007), residente en Tomiño y estudiante del IES Agua de la Laxe de Gondomar.
Los casi 500 textos de hasta 200 palabras presentados en ambas categorías de personas menores de edad fueron evaluados por el jurado compuesto por el académico de número y dramaturgo Euloxio R. Ruibal; la académica correspondiente y profesora de la USC Montse Pena Presas; la presidenta del patronato del Museo do Pobo Galego y miembro de la directiva de PuntoGal, Concha Losada; la filóloga y también miembro del equipo de PuntoGal Cristina Ríos; y el escritor y periodista Lois Alcayde Dans, coordinador de la revista Luzes.
Los miembros del jurado subrayaron el alta calidad de las narraciones que concurrieron este año en ambas categorías y agradecieron la labor de los profesores y profesoras, que son en la mayoría de los casos quien animan los chicos y chicas a participar en iniciativas de este tipo.
Muerte y violencia
“Se escuchó el silencio” es el título del relato con el que el coruñés Jacobo Pérez Criado fue reconocido con el primero premio de la categoría juvenil, a la que concurrieron un total de 325 cuentos. Este drama de 74 palabras que transcurre en el mar le valió un nuevo premio literario que suma a lo que alcanzó en el año 2022 en el certamen de narrativa para alumnado de la ESO y bachillerato que lleva el nombre de Ana Frank. Jacobo es además representante gallego en la fase estatal del programa de debate Modelo de Parlamento Europeo.
La luguesa Mencía Ferreira García fue reconocida con el segundo premio juvenil con “Piii… piii… piii”, otra perturbadora historia que comparte con la primera la muerte como tema. Apasionada de la lectura, Mencía cuenta que le gusta además tocar el tamboril y jugar al bádminton.
Carla Coucheiro Rodríguez, natural de València y vecina de Santiago de Compostela, ganó el tercero premio juvenil con “Inocencia”, un desgarrador relato que en tan sólo 54 palabras sumerge el lector en la visión de un niño que crece en un hogar marcado por la violencia de género. “Desde niña fui escribiendo cuentos y historias, y siempre busqué dibujar, leer y escribir”, explica.
El jurado eligió además dos textos juveniles como finalistas. Uno es “Siempre”, una denuncia de las relaciones marcadas por la violencia, de tan sólo 68 palabras, escrita por Paula García Villar. Alumna de 4º de la ESO en el CPI de Vedra, fue también finalista en la pasada edición de este concurso con otra narración y ganó otros certámenes de microrrelatos promovidos por su colegio o la Asociación Sano Campio.
La otra finalista es “Respuestas”, una narración sobre la dureza de la autopercepción presentada por Brais González Vázquez, alumno del 1º de bachillerato del IES Agua de la Laxe de Gondomar. El joven reconoce que suele escribir sobre todo en verano, aunque la mayoría de las historias no llega a finalizarlas. “Por eso no presenté a muchos concursos a lo largo de mi vida”, comenta. Este es su segundo reconocimiento literario tras lo según puesto alcanzado en un certamen de su escuela por el Samaín.
Relatos infantiles
A muerte está también presente en “Un día misterioso”, una desagradable experiencia de un niño llamado Pedro con la que Martina Boo Álvarez, alumna de 6º de primaria del CEIP Torrente Ballester de Sigrás, fue distinguida con el primero premio para personas de hasta 11 años de edad. Vecina de Cambre pero con raíces en Verín, cuenta que siempre le gustó escribir, disfruta además dibujando y es una apasionada del deporte: compite en patinaje artístico, baloncesto y atletismo. “En 3º tuve la idea de escribir un libro y, con la ayuda de mi maestra, fui escribiendo las primeras páginas”, recuerda. El concurso de la RAG y PuntoGal es el primero a lo que concurre. “Seguro que a partir de ahora me presentaré a más”, reconoce.
Otra escritora precoz es Mariña Abollo Aneiros, ganadora del segundo premio infantil con “El nido de la palmera”, una narración llena de ternura sobre los cuidados que le da una familia a tres pajaritos que perdieron anidaje. Alumna de 6º de primaria del CEIP López Ferreiro de Santiago de Compostela, es además la autora de otro relato elegido finalista, “Hola, me llamo Aysha”, en el que se mete en la piel de una niña de Gaza en pleno conflicto bélico. Este doble reconocimiento no es el primero que cogida. “Cuando tenía cinco años, gané un concurso de literatura y dibujo del Ayuntamiento de Santiago. Me hizo mucha ilusión proque me entregaron el premio los Reyes Magos”, rememora Mariña, que suele escribir relatos en un cuaderno que tiene en la casa y señala la lectura como su mayor afición.
Entusiasta de la lectura se declara igualmente Xoel Villar Castro. Este vecino de la parroquia de Astariz, en el ayuntamiento orensano de Castrelo de Miño, es el ganador del tercero premio en la modalidad infantil con “Trabajo a tiempo completo”, de 59 palabras. La suya es una historia inspirada en su relación con la hermana pequeña, de cinco años, y que lo lo enloquece, apunta. Más allá de los libros, Xoel cuenta que le encanta jugar a los videojuegos y practicar deporte, sobre todo la escalada.
El microrrelato más breve seleccionado por el jurado se titula “La última mirada”, de tan sólo 14 palabras. Señalado como finalista en la modalidad infantil, su autor es Pedro Novais Méndez, vecino de Santiago de Compostela y alumno del CPR Vilas Alborada. Tras presentarse la otras ediciones de este concurso, en esta ocasión consiguió situar su narración entre las mejor valoradas por el jurado.
La RAG y PuntoGal anunciarán en los próximos días cuáles son las tres historias ganadoras en la modalidad de personas adultas y publicarán en una edición digital todas las premiadas. Los cuentos galardonados podrán leerse además en la revista Luzes, colaboradora en esta iniciativa, a la vez que los finalistas. La entrega de los premios se celebrará este verano en la ciudad de A Coruña en un acto abierto a todo el público.